Excitebike

Imagen de Damon Plus

Excitebike

Año: 
1985
Género: 
Deportes
Desarrolladora: 
Nintendo R&D1
Compañía: 
Nintendo
Diseño: 
Shigeru Miyamoto
Música: 
Akito Nakatsuka
Texto: 
Inglés

No hace falta decir que la Nes es una de las consolas con más porcentaje en su catálogo de juegos clásicos de la historia. Casi en cualquier género había siempre joyas, juegos que se quedaban en la memoria de todo aquel que los jugaba, gracias casi siempre a un concepto de aparente sencillez pero que siempre tenía añadido ese “toque especial” que solo Nintendo sabía dar a sus juegos. Excitebike cae dentro de esta categoría. Una calidad técnica mediocre (recordemos que fue uno de los primeros juegos de la consola) y una idea tan poco versátil como es un juego de carreras oculta una jugabilidad y diversión impresionantes, y más si tenemos en cuenta que es uno de los juegos más veteranos del sistema.

Excitebike vió la luz en los albores de la Nes, y eso se nota sobretodo en los gráficos. Lejos quedaban entonces otras maravillas técnicas de la consola como Battletoads o Kirby´s Adventure. Los colores en pantalla son escasos y bastante feos. La pista es de un color, el fondo de otro, y las gradas de un tercero, y eso es todo básicamente. De vez en cuando algún letrero con el nombre de la compañía o un cámara aparece para aligerar la monotonía del escenario, sin conseguirlo. Lo único destacable son los motoristas, muy detallados para la época, de tal manera que se puede distinguir por ejemplo las rayas del traje o como se apoya con un pie en el suelo si la moto está parada. Las animaciones tampoco están mal, con unas caídas en las que el motorista dará 20 vueltas de campana para luego correr desesperadamente hacia la moto, en pos de continuar la carrera. También merecen mención algunos de los obstáculos de la pista, de tamaño gigantesco, pero el resultado final no pasa de mediocre. Lo mismo se podría decir del sonido. La música es inexistente dentro del juego, y solo oirás pequeños trozos en el título y al empezar o acabar una carrera. Durante las mismas, los únicos efectos de sonido que oirás serán el de tu propio motor, que puede llegar a ser muy molesto, y el de las caídas.

En la mayoría de juegos de carreras, la vista desde detrás entorpece muchas veces la visión de la carretera, impidiéndote ver demasiado lejos, y el problema se complica si además hay un coche delante. No ocurre así en Excitebike, que en mi opinión se beneficia enormemente de la vista lateral en semi 3-D (al estilo de los beat´em-ups) que utiliza. De esta manera todo es muy fácil de ver, desde tus rivales a los obstáculos, sin que en ningun momento tengas dificultades para distinguir algo pese a la velocidad. Esto favorece enormemente el control, siendo muy fácil controlar a tu motorista en todo momento y realizar piruetas y saltos.

Si, porque Excitebike tambien se diferencia de otros juegos de este tipo en que no solamente hay que llegar al final de la carrera, sino que añade algunos aspectos que mejoran la experiencia. El primero y más obvio es que, al igual que en el motocross de verdad, te vas a encontrar obstáculos a montón. Desde pequeños montículos hasta gigantescos rampas que parecen montañas, pasando por charcos de barro y pequeños baches que te obligarán a demostrar toda tu habilidad. Pronto descubrirás que al saltar una rampa puedes maniobrar en el aire como quieras, de manera que puedes arriesgarte a avanzar más terreno en el salto aún a costa de caerte o no hacer el cabra e ir lento pero seguro. Una vez te acostumbres a los controles también descubrirás que la posición de aterrizaje influye mucho en como se desarrolle la carrera. Así, siempre será mejor que aterrices de manera paralela a la pista que no sobre la rueda delantera, lo que hará que rebotes y pierdas tiempo, o aún peor, caerte.

La última característica destacable en el modo de juego de Excitebike es que tu moto dispone de dos velocidades, que influyen de manera diferente en el estado del motor. En la parte de abajo de la pantalla puedes ver una barra roja que se va llenando según uses una u otra. La velocidad normal (que se usa con el botón A) no hace calentarse al motor, pero no te permite alcanzar mucha velocidad. El turbo (botón B) te permite ir mucho más rápido, pero hace que el motor empiece a recalentarse. Si la barra llega al límite deberás parar unos segundos a que se enfríe, perjudicándo tu tiempo.  Para evitar esto deberás estar atento, y para ayudarte el motor suena muy diferente cuando está a punto de estropearse.

Excitebike dispone de 3 modos de juego. El primero es Selection  A, en el cual correrás en 5 pistas contra el tiempo, sin ningún rival (en realidad la primera pista es de clasificación, y te lleva a las 5 pistas de competición, por lo que en realidad se podría decir que hay 10 pistas). Se podría decir que es una especie de modo práctica, para acostumbrarte a los controles o cuando no quieras tener a nadie molestándote. El segundo es Selection B, un modo calcado al anterior, pero con la diferencia de que aparecerán rivales. Estos rivales no están en ninguna posición definida, por lo que se pueden considerar obstáculos, y tu verdadero enemigo el tiempo. Durante la carrera verás el tiempo del tercero que ha llegado a la meta. Si llegas mas tarde, pierdes, y si llegas antes pasas al siguiente circuito. Mención especial merece el tercer modo, Design, por ser una de las mejores ideas introducidas en un cartucho de Nes. El modo Design es un editor de pistas que te permite configurarlas a tu gusto, elevando el replay value prácticamente hasta el infinito. Dispones de 19 obstáculos diferentes que puedes colocar, y puedes elegir el número de vueltas. Es un editor bastante básico, pero cumple a la perfección y se convierte en el punto fuerte de este cartucho (a pesar de que en la versión que salió fuera de Japón no se puede grabar). Aún así es divertido crear tus propias pistas e intentar superar tus récords.

Excitebike se ha convertido en un clásico en el catálogo de la Nes por derecho propio. Tiene sus fallos (respecto a la duración sobre todo) pero se le puede perdonar teniendo en cuenta que tiene ya 20 años, y las virtudes los superan con creces. La sensación de control que tienes sobre el motorista es total, y la mezcla de estrategia y habilidad es perfecta. Además cuenta con un editor que alarga mucho la vida del juego. Nintendo intentó hacer un buen juego de motos, y lo consiguió. Y en el primer intento.